La Comunidad Valenciana, entre algunos otros lugares de Europa, acogieron a las últimas comunidades de cátaros de la Europa medieval. En estos territorios los creyentes cátaros se integraron en armonía formando parte de la nueva población, junto a mozárabes, sefarditas o cristianos viejos, para hacer crecer y prosperar a muchas urbes medievales. La mayoría de ellos eran buenos artesanos, tejedores, pastores, agricultores y comerciantes, cuyo legado aún perdura en los caminos y en los valores de “hacer el bien sin preguntarse el porqué”.

La Ruta de los Caminos Cátaros por la Comunitat Valenciana recorre un sinfín de atractivos turísticos entre secretos encriptados en viejas piedras y murales medievales, canciones de trovadores medievales, recetas gastronómicas ancestrales, cuevas y fuentes escondidas y refugio entre las domus de diversas villas medievales y ermitorios sagrados, como el de Sant Pau d’Albocàsser, portal del Maestrat càtar.